TESTIMONIO: Nicolás Iglesias

“Creo que el voluntariado es vivir ante todo con coherencia y que lo que pasa en tu vida diaria concuerde en pensamiento, sentimiento y acción con lo que pasa en tu trabajo.”

La experiencia de trabajar como voluntario tiene muchas diferentes formas y perspectivas. Conoce la vivencia de Nicolás Iglesias, un uruguayo que desde setiembre del 2014 se encuentra en Haití, trabajando como voluntario por América Solidaria.

Cuéntanos un poquito sobre América Solidaria y tu trabajo en Haití

América Solidaria es una organización de origen chileno que trabaja por la superación de la pobreza en el continente. Realiza intercambios de voluntariados profesionales con la seguridad de que brindando un trabajo de calidad e intercultural llegaremos a una cultura del encuentro que colabore con este fin. América Solidaria cree en la cooperación sur-sur, es decir, de América para América. Trabaja en los siguientes países: Chile, Uruguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Argentina, Estados Unidos, México, Nicaragua y Haití.

AS trabaja en conjunto con otras organizaciones que ya estén trabajando en el país y hayan identificado una necesidad. En base a eso realizan llamados profesionales en todo el continente esperando conseguir el mejor profesional y humanamente para realizar este trabajo específico. Esto se realiza debido a la seguridad de que no podemos hacer un trabajo externo sino que debemos colaborar con la comunidad que ya existe y con organizaciones que se encuentren en terreno y tengan la apertura para crear algo en conjunto.

Desde septiembre del 2014 me encuentro trabajando en Haití en un proyecto que se llama Promoción Primera Infancia Haití, junto con Fe y Alegría de este país, a donde fui enviado por América Solidaria Uruguay.

¿Cuéntame de las tareas que tienes como voluntario?

Este es el primer año de un proyecto de 6 años, y trabajamos con tres escuelas de Fe y Alegría Haití queriendo generar comunidades de aprendizaje para reflexionar entre todos la mejor manera que tenemos de trabajar en primera infancia de Haití para Haití. De esta manera crearemos propuestas pedagógicas, problematizaciones sobre la propia práctica docente y nos cuestionaremos constantemente el lugar del niño hasta los 5 años.

Para esto realizamos un diagnóstico sobre la primera infancia en Haití junto a profesores, niños, directores y familias. Al mismo tiempo realizamos talleres de propuestas pedagógicas que nos ayudan a reflexionar sobre nuestras prácticas y problematizarlas.

¿Porque te decidiste a trabajar como voluntario?

No puedo entender ya el voluntariado como lo entendía en mis años de liceal. Pasé de un voluntariado puntual de construcción a un trabajo en contextos vulnerables, y luego a tomar la decisión de vivir así mi vida entera. Creo que el voluntariado es vivir ante todo con coherencia y que lo que pasa en tu vida diaria concuerde en pensamiento, sentimiento y acción con lo que pasa en tu trabajo.

Para ser voluntario uno no se tiene que venir a Haití, de eso estoy seguro. Creo que basta con radicalizar nuestras opciones y ver qué es lo mejor para los demás. Ser voluntario para mi es estar donde me necesitan, sea en Haití, en Pando o en la China, y por eso me vine a Haití. Alguien vio que podía quedar para esto, y la fundación vio que yo, entre 800 jóvenes latinoamericanos podía aportar a este proyecto.

Me decidí porque sólo siendo voluntario podía vivir con coherencia.

¿Que ha sido lo más difícil?

Primero las expectativas de la gente que te rodea. Unos se piensan que vas a morir, los demás que vas a salvar al mundo. Unos se asustan cuando ven que estás perdiendo un año entero de salarios ganados (actualmente vivo con un mínimo de dinero, sin ahorros), o de aporte a la caja jubilatoria. Otros te ponen en un altar y viven sus sueños a través tuyo. La gente no se da cuenta de que no es ni lo uno ni lo otro, y me sorprende cada vez más que la gran parte de mi generación no se pregunte de ninguna manera qué puedo hacer por los demás, sino que sólo surge el “qué puedo hacer por mí mismo” y que el resto se maneje.

Segundo, que estando en Haití me di cuenta de que todos condenamos sin saber. Cuánta gente hay que piensa que este país es una selva y una locura cuando en realidad es un país con buena gente y pobreza. La gente le teme cada vez más a la pobreza y lo me ha costado enfrentarme a aquellos prejuicios de la gente que juzga sin conocer o por la televisión.

Tercero, encontrarte con un país lleno de ONG’s donde no existe casi cooperación con Haití o en conjunto con haitianos y todos tirando para lados distintos. Es un servicio a veces falso o interesado donde importa más la foto que pueda sacar que el desarrollo que pueda generar.

¿Cuéntanos de alguna memoria/experiencia de este periodo que nunca olvidaras?

Al mes de haber llegado a Haití tuve la oportunidad de irme para Jean Rabel, una localidad en el norte del país, con el objetivo de aprender Kreyol y vivir en esa comunidad durante 20 días. Aprender de la cultura y el idioma significa empatizar, salirse de uno mismo para recibir un poco al otro, y que el otro te reciba a ti. Por eso esta experiencia fue tan significativa para mi. Logramos aprender el idioma, caminar horas y horas por la montaña para buscar agua, ir atrás del monte más remoto para encontrarnos con una escuela, mirar a los ojos a otro y que sonría a más no poder, que no nos preocupemos de los tiempos y que el trabajo sea la forma de amor más fuerte.

De qué forma te servirá esta experiencia en tu vida laboral y personal?

Quiero que se entienda que este no es el paréntesis en mi vida. De nada serviría si así fuera. Es un mojón en un proceso de una opción de vida que tiene que ver con la coherencia y la austeridad. Porque esto no se trata sólo de venir a trabajar sino que se trata sobre todo de cada encuentro que uno pueda generar o de cada desigualdad de la que uno también es responsable desde los detalles de mi vida. Creo que marca un estilo de vida que opté por tener a partir de este momento.

¿Cuáles son tus tres mejores consejos para alguien que esté interesado en trabajar como voluntario?

No creas que para ser voluntario tenes que irte a Haití o a África, mirá a tu alrededor, fíjate quién te necesita. Ahí podés estar.
No pienses que vas a cambiar el mundo entero, con que cambies un sentimiento o te cambien a ti será suficiente.

Asegúrate de que las razones por las que lo haces son las correctas, si no fuera de esta manera perderías la esperanza enseguida.

Entrevista realizada por Marcia Muñoz

Mesa Nacional de Diálogo sobre Voluntariado y Compromiso Social

5 de mayo de 2015

Para contactarse con América Solidaria Uruguay

www.uruguay.americasolidaria.org

americasolidariauy@gmail.com

Tel 099001516

“Creo que el voluntariado es vivir ante todo con coherencia y que lo que pasa en tu vida diaria concuerde en pensamiento, sentimiento y acción con lo que pasa en tu trabajo.”

La experiencia de trabajar como voluntario tiene muchas diferentes formas y perspectivas. Conoce la vivencia de Nicolás Iglesias, un uruguayo que desde setiembre del 2014 se encuentra en Haití, trabajando como voluntario por América Solidaria.

Cuéntanos un poquito sobre América Solidaria y tu trabajo en Haití

Desde septiembre del 2014 me encuentro trabajando en Haití en un proyecto que se llama Promoción Primera Infancia Haití, junto con Fe y Alegría de este país, a donde fui enviado por América Solidaria Uruguay.

¿Cuéntame de las tareas que tienes como voluntario?

Para esto realizamos un diagnóstico sobre la primera infancia en Haití junto a profesores, niños, directores y familias. Al mismo tiempo realizamos talleres de propuestas pedagógicas que nos ayudan a reflexionar sobre nuestras prácticas y problematizarlas.

¿Porque te decidiste a trabajar como voluntario?

Me decidí porque sólo siendo voluntario podía vivir con coherencia.

¿Que ha sido lo más difícil?

Tercero, encontrarte con un país lleno de ONG’s donde no existe casi cooperación con Haití o en conjunto con haitianos y todos tirando para lados distintos. Es un servicio a veces falso o interesado donde importa más la foto que pueda sacar que el desarrollo que pueda generar.

¿Cuéntanos de alguna memoria/experiencia de este periodo que nunca olvidaras?

De qué forma te servirá esta experiencia en tu vida laboral y personal?

¿Cuáles son tus tres mejores consejos para alguien que esté interesado en trabajar como voluntario?

No creas que para ser voluntario tenes que irte a Haití o a África, mirá a tu alrededor, fíjate quién te necesita. Ahí podés estar.

No pienses que vas a cambiar el mundo entero, con que cambies un sentimiento o te cambien a ti será suficiente.

Asegúrate de que las razones por las que lo haces son las correctas, si no fuera de esta manera perderías la esperanza enseguida.

Entrevista realizada por Marcia Muñoz

Mesa Nacional de Diálogo sobre Voluntariado y Compromiso Social

5 de mayo de 2015

Para contactarse con América Solidaria Uruguay

www.uruguay.americasolidaria.org

americasolidariauy@gmail.com

Tel 099001516